Helicobacter Pylori. ¿Cómo es su infección?

Definición:

La Helicobacter Pylori es una bacteria que vive en nuestro estómago y duodeno ya que tiene la capacidad de sobrevivir en medios extremadamente ácidos. Gracias a su forma de tornillo (helicoidal) puede llegar a colonizar el estómago y ocasionar multitud de problemas digestivos.

Se cree que se contagia de la boca de una persona a otra, pero también a través del consumo de determinados alimentos y agua contaminados, o por contacto fecal. Cabe destacar que es frecuente su asociación al SII (Síndrome del Intestino Irritable), esto crea un debate a la hora de prescribir el tratamiento con antibióticos, ya que en estos pacientes la destrucción de la flora intestinal (bacterias buenas incluidas) puede perjudicar todavía más el estado de salud del paciente.

En estos casos se debe valorar el equilibrio entre el riesgo-beneficio y elegir el momento adecuado y tratamiento que mejor se ajuste a su situación individual. 

Inicidencia:

Es muy común, el 50% de la población mundial la tiene, en gran parte por la facilidad de contagio.

Pronóstico:

Las tasa de erradicación con antibióticos rondan el 80% de eficacia (fuente). Sin embargo, en lo últimos años existe una tendencia a una disminución de esa eficacia debido al desarrollo de resistencia a los antibióticos por parte de la bacteria. Por este motivo, el tratamiento médico clásico está sufriendo algunas modificaciones encaminadas a resolver esta cuestión.

Síntomas del Helicobacter Pylori

  • Vómitos
  • Dolor en el estómago las dos horas siguientes a comer
  • Náuseas matutinas
  • Eructos y gases
  • Distensión abdominal
  • Fatiga
  • Anemia
  • Pérdida de apetito
  • Acidez o ardor de estómago
  • Mal aliento
  • Sensación de vacío
  • Llenarse con rapidez al comer
  • Reflujo
  • Úlcera péptica
  • Asintomática (no necesariamente debe recibir tratamiento)

Relación con la úlcera de estómago y el cáncer de estómago 

En el año 1982 dos científicos, Barry Marshall y Robin Warren, sospecharon que la causa de las úlcera podría no ser el estrés como se creía entonces.  Tras hacer biopsias y cultivos a sus pacientes con úlceras descubrieron que existía una relación entre la bacteria Helicobacter Pylori y el desarrollo de úlceras gastroduodenales.

Como no podían hacer ensayos en ratas ni humanos la única manera que tuvo Barry de demostrar su hipótesis  de que dicha bacteria era la causante de las úlceras fue infectarse a sí mismo con la Helicobacter Pylori. Como resultado desarrolló una úlcera que posteriormente trató con antibióticos consiguiendo la curación. A día de hoy existe un acuerdo de que la causa de dichas úlceras es la Helicobacter Pylori y por tanto el tratamiento médico de primera línea son los antibióticos.

Por otro lado, también se asocia la infección de Helicobacter con el futuro desarrollo de cáncer de estómago, aunque la mayoría de personas que portan esta bacteria no desarrollarán dicho cáncer. Así, se considera que es uno de los principales factores de riesgo pero esto no significa que padecer Helicobacter lleve al desarrollo inevitable de un cáncer de estómago.

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